Para conseguir un juego constructivo, es
necesario que refuerce en la mente del perro del concepto que tú eres
el líder, debe ser un tipo de actividad que le guste a tu perro, y debe
ser un juego seguro para tu perro.
Es aconsejable dedicar al menos 15-30
minutos cada día para jugar con tu perro.
No tiene porque ser una
jornada de media hora larga de juego.Es mejor jugar cinco
minutos, cinco veces al día, que comprometerse a jugar media hora o una
hora entera seguidas.
Sea creativo con su tiempo. Por ejemplo,
lánzale la pelota mientras estés hablando por teléfono.
Deberías
iniciar el juego con tu perro como premio por su buen comportamiento.
Debe haber un
principio y un final del juego, y reglas para jugar; no podemos coger de
repente una cuerda o un trozo de tela, hacer que el cachorro juegue con
ella, y dejarla en el suelo e irnos. Es importante que el juego tenga
una estructura.
Al iniciar, controlar y finalizar la sesión de juego, el papel del propietario como líder se enfatiza y se potencia.
Cuando decidimos qué actividad llevar a cabo con nuestro perro, es importante conocer qué le gusta hacer a cada raza, de manera que
juguemos mejor con nuestro perro.
Los sabuesos, por ejemplo, no suele
recoger pelotas, pero les encanta perseguir objetos que ruedan.
A los perros
de pastoreo les gustan las actividades en equipo y que requieren
atención, y por ello, la “agility” es una actividad ideal para ellos.
Si
tiene un Labrador retriever,
el ir a buscar y traer cosas es el juego de elección. “Pero si su perro
no es un retriever, el cobrar objetos no está dentro de su repertorio
de actividades, y podemos frustrarnos intentando enseñárselo”.
Por otra parte, tu perro puede
divertirse saltando y cogiendo objetos.
Debemos llevar con nosotros
varios Frisbees cuando salimos fuera a jugar con nuestro perro.
Sujeta
el Frisbee por encima de tu cabeza para que el perro salte y lo coja.
Cuando lo agarre, puede que lo deje caer – y así es como juega él si no
es un retriever. Pero si no le importa ir recogiendo, el Frisbee sigue
siendo una buena opción.
Asegúrese que cualquier actividad que
realice con su perro, sea segura. “Los perros pueden hacer cosas
peligrosas puesto que no lo saben y parte de nuestra responsabilidad
como dueños de mascotas es ver lo que es seguro para nuestros perros y
no ponerles en situaciones arriesgadas”.
Por ejemplo, los perros de gran volumen y
poca altura, como los bulldogs pueden sobrecalentarse si les dejamos
que se cansen demasiado.
Si tenemos un perro grande, en especial de raza
gigante, hemos de controlar cuánto corre, los frenazos súbitos o los
saltos que les permitimos realizar.
Esto es especialmente crítico antes
de los 18 meses de edad; los huesos y músculos del perro se están
desarrollando todavía y un exceso de actividad física mientras es
cachorro puede ocasionarle problemas para el resto de su vida.
Si no
estás seguro de qué actividades son apropiadas o no para tu perro, es
aconsejable consultar con tu veterinario.
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