lunes, 14 de mayo de 2012

Qué Hacer Cuando Tu Perro Salta A Las Visitas

 

Cuando tienes a un perro que salta a las visitas, es muy incómodo, tanto para ti, como para las visitas, está claro.
 
Lo más importante del motivo del porqué hace esto nuestro perro, entre otros motivos, es que no respeta tu espacio, ni el de ninguna persona. Otro motivo puede ser el buscar atención y otra por razones de status social. Hay que estudiar al perro y al entorno para ver cual es la razón.
Sea la razón que sea, es primordial enseñarle a que respete tu espacio. Te lo tiene que respetar siempre, cuando abres la puerta, cuando estás comiendo, cuando estás limpiando la casa, cuando estás viendo la tv, etc.
 
El espacio personal es eso, personal, y cada persona reclamará el que necesite y con el que se sienta cómodo. Yo recomiendo no menos de 1mt. El espacio de 1 mt alrededor de tu cuerpo, el perro no debe invadirlo sin permiso tuyo mediante una invitación. Cuando estemos comiendo ese espacio puede aumentar.
 
Reclamar tu espacio es relativamente fácil, sólo tienes que dejarle claro al perro hasta donde puede llegar.
 
Por ejemplo, cuando vamos a abrir la puerta a un invitado, podemos hacer que se siente a una distancia prudencial de la puerta, como digo, mínimo a 1 mt o más, y tienes que mantenerlo tranquilo mientras abres la puerta a tu invitado y entra. Una vez dentro, lo normal de los perros es que quieran oler al nuevo invitado. Es conveniente dejar que lo haga, es la presentación al perro y así mismo, respeto a él. Pero es muy importante, que solo dejes que se acerque el perro a oler cuando veas que está tranquilo, y no excitado, porque le saltará.
 
Puedes hacerlo en equipo si estás con tu pareja. Es más, puedes hacer que tu pareja lo tenga sentado y agarrado con la correa (siempre relajada), y mantenerlo tranquilo mientras abres la puerta al invitado y entra. Cuando el perro esté tranquilo, la persona que lo sujeta, deja que se acerque a oler. Si se excita, le corrige (tranquilo pero firme), y hace que se tranquilice. Y vuelta otra vez.
 
Es recomendable repetir este ejercicio las veces que haga falta. También, si se dispone de terraza, balcón o su propio sitio dentro de casa, en vez de estar cerca de la puerta, cuando alguien llame al timbre, condicionar al perro para que vuelva a su sitio, o se quede en el umbral de la puerta del balcón o terraza (con la puerta abierta), de forma relajada, y dejar que se acerque al invitado, sólo cuando lo haga de una manera tranquila, sin excitación. Cada vez que vuelva a excitarse, vuelta a su sitio, y volver a empezar.
 
Terminantemente prohibido regañar al perro de forma enfadada o frustrada, ya que estaremos rompiendo el ejercicio y el perro no nos obedecerá.
 
Importantísimo que nadie acaricie al perro mientras esté en estado de excitación, porque se está recompensando ese estado de ánimo.

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