La
artrosis es una enfermedad degenerativa progresiva de las
articulaciones que afecta principalmente a los animales de avanzada
edad.
El cartílago articular se va degradando sin inflamación y la
dificultad de su regeneración afectará a los huesos y a las membranas
sinoviales.
Provoca mucho dolor y molestias e incapacidad para moverse.
Esta
enfermedad es crónica y progresiva, con lo que la calidad de vida de tu
perro se verá cada vez más afectada. La pérdida de movilidad de tu
mascota irá empeorando y complicándose con el paso del tiempo.
Aunque
es una evolución inevitable de una articulación que envejece y se hace
mas frágil algunos factores como la edad, la obesidad y el poco
ejercicio incrementan la probabilidad de padecimiento. Por eso, es
preciso detectarla a tiempo y reducir el sufrimiento de nuestros
animalitos. Uno de cada cinco perros la padece.
¿Por qué se produce?
Los huesos que forman una articulación no engranan correctamente y el movimiento de esa articulación no será suave, lo cual provoca pequeños traumatismos que al repetirse llegan a romper o dañar el cartílago articular provocando esas rugosidades u osteofitos. Además, una vez que se inicia el proceso la misma presencia de osteofitos hace que evolucione cada vez más rápido con más dolor que generan más osteofitos agravando la artrosis como un círculo vicioso.
Hay predisposición genética que provoca que la articulación se mal desde el nacimiento o durante el crecimiento, y causas adquiridas debidas a traumatismos, infecciones, procesos autoinmunes, etc. Podemos hablar de artrosis primarias debidas a la edad avanzada de nuestra mascota por el envejecimiento normal de la articulación y el desgaste de los cartílagos. Normalmente afecta a varios partes del cuerpo a la vez. La artrosis secundaria es debida a un factor que la desencadena haciendo que la articulación deje de funcionar normalmente. Traumatismos como esguinces o fractura o distensiones de ligamentos o malformaciones como la displasia provocaran la artrosis.
¿Cómo se manifiesta?
Para empezar hay razas predispuestas como las grandes, que crecen muy deprisa cuando son cachorros: golden, labrador, pastor alemán, mastines…y las razas condrodistróficas, que son los bulldog, teckel, basset... y entre los felinos los persas. En estas razas es fundamental que el veterinario pueda controlar durante el crecimiento la forma de andar, como apoya las extremidades, explorarlo, y si lo considera necesario, indique las pruebas diagnósticas necesarias para evaluar sus articulaciones y proponer el mejor tratamiento posible.
Al principio de la enfermedad, es difícil darse cuenta de que el perro sufre, ya que realiza una vida normal. Pero esa cojera intermitente o ese dolor inicial al levantarse o empezar a moverse empieza a ser cada vez mas seguido y la mascota evitará hacer ejercicio físico y sus movimiento serán mas lentos y cuidadosos. Las posturas de la mascota cambian y su facilidad de movimiento disminuye. El hecho de ponerse en pie o tumbarse será algo forzado y los movimientos serán diferentes a los habituales.
Si tenemos dudas los controles periódicos por parte del veterinario serán la mejor ayuda. Movimientos o formas de andar que nos puedan parecer normales o acordes a su edad, pueden indicar a un profesional que estamos ante el inicio de un proceso que, cogido a tiempo se puede tratar con éxito.
¿Qué podemos hacer?
Aunque
la artrosis no tiene curación si es importante detectarla precozmente
para proporcionar a nuestros animales la mejor calidad de vida posible y
evitar que evolucione rápidamente retrasando la degeneración, quitando
el dolor y mejorando la capacidad de movilidad.
Los
objetivos del tratamiento son aliviar el dolor y disminuir la
inflamación lo más pronto posible.
Debemos también mejorar la motilidad
de la articulación y aumentar progresivamente el nivel de actividad.
Una vez estabilizada la enfermedad debemos prevenir una mayor
degeneración del cartílago articular.
El
control del peso, los alimentos específicos, el ejercicio controlado
nos permite minimizar ese riesgo de la artrosis en las caderas y en
otras articulaciones.
Los
condroprotectores son los medicamentos mas utilizados porque protegen
el cartílago. Contienen glicosaminoglicanos que son los elementos que
se pierden con la degeneración de cartílago.
También
se utilizan antiinflamatorios no esteroideos o incluso corticoides
cuando los síntomas lo exijan normalmente en procesos iniciales o muy
cronificados.
La elección de un tratamiento u otro dependeran del grado
de afectación de la articulación que sólo la podrá hacer un profesional
tras una buena exploración y usando varías técnicas diagnósticas.
Los
“alivios” inmediatos que suelen proporcionar los “consejos” de otros
propietarios al utilizar sus medicamentos pueden enmascar la gravedad y
el alcance del problema o provocar efectos secundarios en tratamiento
largos.
¿Prevenir?
Es
difícil hacer una correcta prevención de la artrosis ante la aparición
inespecíficas de síntomas pero podemos hacer algunas actuaciones que
seguro prevendrán su evolución. En los cachorros es importante una
alimentación correcta acorde a su edad y tamaño. El cachorro no debe de
hacer ejercicios excesivos hasta que esté correctamente desarrollado
sobre todo el los casos de las razas grandes.
En
los animales adultos en razas o individuos con predisposición a padecer
la enfermedad o alteraciones como displasia de cadera es conveniente
aumentar los controles y las vigilancias y hacer revisiones periódicas
con el veterinario.
En
los animales de edad avanzada una dieta equilibrada que evite el
sobrepeso y la realización de ejercicio de forma moderada evitarán la
aparición del problema. Podemos utilizar condroprotectores o dietas
específicas para ralentizar la degeneración de los cartílagos.
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